ASÍ LO PUEDES AYUDAR A ERUCTAR

Aunque no es indispensable, algunos niños necesitan expulsar el aire que han tragado con la leche. Te explicamos cómo hacer más sencillo este proceso.

Ya sea que alimentes a tu bebé con biberón o pecho, es conveniente ayudarlo a sacar el aire que ingirió durante la toma para evitar molestias. Para ayudar a eructar a tu bebé, colócalo sobre tu pecho u hombro y dale palmaditas en la espalda, suaves y repetidas. Si ya tiene un par de meses puedes colocarlo sentado.

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Los eructos ayudan a expulsar parte del aire que los bebés tienden a inhalar mientras se alimentan y el mejor momento para hacerlo es a la mitad o justo después de la toma; no te preocupes demasiado si tu pequeñito se duerme después de comer, pues él repetirá cuando se despierte o quizá no lo haga porque no lo necesita.

1. APOYADO EN TU HOMBRO

Es la mejor posición cuando al pequeño le cuesta eructar. Mantenlo con la espalda erguida, la pancita contra tu pecho y la cabeza apoyada suavemente en tu hombro.

2. UN GOLPECITO EN LA ESPALDA

Cámbialo de posición si todavía le cuesta eructar. Siéntalo sobre tus rodillas, ligeramente inclinado hacia delante, y apóyalo, aunque no mucho, en tu mano izquierda. Dale algunos golpecitos muy suaves en la espalda con tu mano derecha.

3. ACOSTADO BOCA ABAJO

Otra posición que facilita la salida del aire. Tiéndelo boca abajo sobre tus rodillas, con la cabeza apoyada
en uno de tus muslos. Apoya la mano derecha sobre sus pompis y con la izquierda dale un masaje firme en la espalda con movimientos muy lentos, suaves y regulares.

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4. SENTADO SOBRE TUS RODILLAS

Cuando el bebé ha cumplido los tres primeros meses de vida, es decir, cuando consigue mantener la
espalda erguida sin esfuerzo, siéntalo sobre tus muslos apenas haya terminado de comer, sujetándolo por debajo de las axilas. Mantenlo en esta posición durante algunos instantes.

PUEDE QUE NECESITE UNA PAUSA

Observa a tu hijo muy atentamente, si ves que durante la toma se agita y mueve el cuerpo, o bien pasa la lengua alrededor del pezón o la mamila del biberón, es muy probable que necesite hacer una pausa para tomar aliento. En ocasiones, la necesita para poder eructar y empezar a digerir la primera leche. Mantenlo sentado sobre tus rodillas y concédele un par de minutos antes de volver a darle el pecho o el biberón. Sin embargo, se debe tener presente que no todos los niños necesitan esta interrupción: para algunos, constituye un impedimento que los priva del placer de tomar el pecho con continuidad.

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*AQUAPHOR® by MI BEBÉ Y YO*

Cuidados de la piel del bebé

LA PIEL DE LOS BEBÉS ES MÁS FINA Y DELICADA QUE LA DE LOS ADULTOS, Y AÚN NO PUEDE REGULARSE TÉRMICAMENTE DE MANERA ADECUADA, POR LO QUE NECESITA DE CUIDADOS ESPECIALES. TE CONTAMOS COMO LA POMADA REPARADORA AQUAPHOR® SE PUEDE CONVERTIR EN TU MEJOR ALIADO.

193300202D0032 CUIDA Y PROTEGE TU PIEL. *Fuente: IQVIA 08/2021- 07 /2022. Aquaphor es el producto OTC Nºl recomendado por Dermatólogos para tratar la piel seca y agrietada en EUA. Productos cosméticos sin efecto terapéutico.

HIGIENE EN EL CAMBIO DEL PAÑAL

Las rozaduras, también conocidas como dermatitis del pañal, se refieren a cualquier tipo de afección de la piel del bebé que aparece en la zona del cuerpo que está en contacto directo con el pañal. La presentación más frecuente es la dermatitis irritativa, que hace que la zona se inflame e irrite por la orina, las heces y otras sustancias como perfumes o el tipo de material con que está hecho el pañal. La irritación aumenta cuando hay fricción, humedad y la maceración de la zona, por eso es básico que cambies el pañal cada vez que el bebé lo ensucie.

Cuando le cambies el pañal, es muy importante que después de limpiar muy bien las pompis de tu bebé tengas los cuidados correctos para prevenir la dermatitis de pañal. La pomada reparadora Aquaphor® es ideal para proteger la delicada piel de tu bebé ayudando a prevenir que se reseque o se roce, especialmente en la zona del pañal. Contiene pantenol, que ayuda al proceso natural de reparación de la piel, y glicerina, que genera una barrera que protege y mantiene humectada la piel de tu bebé.

LAS ROZADURAS AFECTAN A LOS BEBÉS DE AMBOS SEXOS POR IGUAL

Y aparecen con mayor frecuencia entre los 6 y 12 meses de edad. En niños que tienen diarreas es mucho más común que se presenten. Como ves, esta zona es especialmente sensible, por eso es imprescindible limpiar -con agua y jabón o toallitas húmedas- e hidratar muy bien la piel de tu bebé con la pomada reparadora Aquaphor®. Evita que tu peque sea uno de cada tres lactantes que se estima sufren rozaduras.

EL CONTACTO PIEL CON PIEL ES MUY IMPORTANTE

Procura acariciar y darle suaves masajes a tu bebé, así le brindarás diferentes sensaciones que promueven su desarrollo.

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RECARGA PILAS CON UNA ALIMENTACIÓN BALANCEADA

La producción de leche materna requiere un extra de energía. Algunos alimentos te pueden servir de refuerzo. ¡Toma nota!

La etapa de la lactancia debe ir acompañada de una alimentación adecuada. La necesidad energética diaria aumenta en más de 300 kcal. Asimismo, se necesitan 19 gramos más de proteínas y también una mayor cantidad de vitaminas C, A y E, así como Omega 3 y minerales como el zinc, el yodo, el hierro… Ciertamente, un poco más de comida no es suficiente para cubrir todas las nuevas necesidades del organismo materno, sino que resulta fundamental elegir aquellos alimentos que nos aporten un contenido extra de principios nutritivos específicos. ¿Cuáles pueden ayudar a la mamá?

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DESAYUNO

El desayuno es una comida fundamental, sobre todo para las mamás que dan el pecho por la noche, ya que esto supone un gasto de energía adicional.

• Los cereales constituyen una estupenda fuente de energía, son ricos en almidón y funcionan aún mejor si son integrales, pues aportan un mayor contenido en calcio y hierro que los refinados. Asimismo, merece la pena destacar su contenido en vitaminas, especialmente del grupo B, que ayudan a convertir los alimentos en energía y mejoran el funcionamiento del sistema nervioso.

• La leche y el yogur son alimentos ideales para el desayuno, y son perfectos para las mamás que dan el pecho. La versión enriquecida de la leche se puede convertir en un vehículo de transporte para los ácidos grasos Omega 3, necesarios para el desarrollo del cerebro del niño.
• Otro elemento fundamental son los probióticos, un tipo de bacterias que contribuyen al bienestar intestinal. Son del mismo tipo que las que componen la flora bacteriana “buena” de nuestro organismo, ayudan a combatir la proliferación de los gérmenes nocivos, estimulan el sistema inmunitario, producen sustancias vitamínicas beneficiosas y favorecen la eliminación de las toxinas. Se trata de un suplemento que, en esta etapa de la vida, representa una ayuda importante para la mamá, garantizando una mejor asimilación de todos los nutrientes que necesita.

COMIDA Y CENA

• Una elevada presencia de fibra en la dieta es beneficiosa para todos, pero con mayor motivo durante el período de lactancia. Además de favorecer el funcionamiento intestinal, la fibra regula la absorción de los carbohidratos y de las grasas, manteniendo más constante el tono energético de la mamá durante todo el día. Asimismo, sirve de alimento para las bacterias buenas que pueblan el intestino. La pasta, el arroz o la cebada integrales permiten preparar excelentes primeros platos y sopas.

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• En la comida y en la cena, conviene no olvidar el alimento enriquecido más clásico: la sal yodatada. La posible carencia de yodo afecta todavía más a quienes necesitan garantizar un metabolismo energético específico, como sucede en el período de producción de leche.

• Siguiendo con los condimentos, ha llegado el momento de aprovechar al máximo los suplementos vitamínicos de los aceites. El aceite de oliva virgen extra ya es, de por sí, rico en importantes factores vitamínicos, como los tocoferoles (vitamina E), cuya necesidad aumenta durante la etapa de la lactancia. Para las que prefieren el aceite de girasol o de otras semillas, existen algunos productos específicamente enriquecidos con esta vitamina, de gran poder antioxidante.

PARA MERENDAR

Beber mucho es natural cuando se da el pecho al bebé, y no hay duda de que el agua es la bebida más indicada en las comidas.

• Sin embargo, el tentempié de media mañana y la merienda pueden convertirse en la ocasión ideal para responder, junto a la necesidad de hidratar el organismo, a la necesidad de un mayor aporte de vitaminas y factores antioxidantes.
• La mayor demanda de vitamina C que caracteriza al período de lactancia puede cubrirse más fácilmente tomando jugos de frutas y verduras ricos en esta vitamina, como fresas, kiwi, cítricos, pimiento rojo, brócoli, papaya, etc.
• Para hacer más nutritivos los tentempiés, merece la pena tener en cuenta que ahora existen barritas energéticas, no necesariamente de sabor dulce, con un contenido elevado de sustancias proteínicas.

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¿QUÉ “DICEN” TUS SUEÑOS?

De noche, desde lo más profundo de nuestra mente, nos llegan mensajes sobre lo que realmente somos y cómo afrontamos los miedos. También los del embarazo.

Llenos de acción y emoción, más “movidos” de lo habitual. Los sueños reflejan la intensidad y los cambios interiores del período de embarazo. Los mensajes que emergen de las profundidades del inconsciente no tienen que ver con los sentimientos vinculados al embarazo, sino también con los más profundos. ¿Qué son en realidad? Captar y comprender las sugerencias de la parte más íntima de una misma ayuda para vivir el embarazo de forma más serena, pero también, si es necesario, una base sólida para la propia existencia.

CONFIAR EN EL INCONSCIENTE

Para entender el significado de los sueños, no es necesario recordar los detalles. Lo que cuenta no es interpretarlos, sino prestar atención a la intuición y las fantasías suscitadas. De hecho, durante el embarazo, el inconsciente es el que “guía” el juego, y basta con aprender a confiar en su sabiduría para comprender qué está sucediendo dentro de ti.

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Por ejemplo, a veces, un sueño anuncia el futuro nacimiento, como explica Andrea: “Una mañana, me desperté con la sensación absoluta de tener algo nuevo en mí, y mi primer pensamiento es que se trata de un niño. En realidad, no estaba buscando un embarazo, así que olvidé esta imagen inmediatamente. Sin embargo, recordé que, aquella noche, había soñado que caminaba por un maravilloso jardín tropical y que, debajo de un arbusto lleno de flores rosas y blancas, había un cachorro de gato precioso y muy tierno. Dos semanas después, mientras que el examen de embarazo me estaba diciendo que estaba embarazada, volví a la mente que sueño y comprendí que yo sabía que estaba embarazada “.

Naturalmente, no todas las mujeres viven una experiencia tan directa a través de su intuición, pero una cosa es cierta: los sueños de las futuras mamás son parecidos. Y existe un motivo. El embarazo es, quizás, la única experiencia en la vida de una mujer que sigue un ritmo natural preciso, que no se puede ralentizar ni acelerar, porque el desarrollo del pequeño siempre se produce en 40 semanas (aproximadamente).

Al mismo tiempo, todas las mujeres realizan una transformación psicológica en su interior, afrontando temas que, a pesar de las diferencias personales, son los mismos para todas. Por esta razón, muchas futuras mamás tienen sueños similares durante el mismo período de gestación. Pero, ¿cómo cambian las imágenes oníricas en los nueve meses de embarazo? ¿Y qué nos sugieren? Veámoslo.

PRIMER TRIMESTRE

¿Será verdad?

Al inicio del embarazo, cuando la panza todavía no está visible y las únicas señales de la gestación son la ausencia de la menstruación y los síntomas físicos debidos a los cambios hormonales, prevalecen la incertidumbre y las dudas: “¿Verdaderamente, estaré embarazada?” . Así, la mayoría de las mujeres van en busca, de forma más o menos consciente, de una prueba segura, y la atención se dirige, sobre todo, al cuerpo y al estado de ánimo que sube y baja sin un motivo aparente. El resultado es que puedes sentirte frágil y confusa.

Los sueños que tienen justo después de la concepción de este estado de ánimo, junto al estupor por el propio cuerpo, que se revela capaz de crear una nueva vida. Sin embargo, poco a poco, la cuenta dice que es verdad, que hay un bebé en camino. Al mismo tiempo, se despiertan los miedos y una sensación de incertidumbre sobre el futuro. “¿Habría podido hacer eso?”, “¿Habría que hacer eso?”. “Tus sueños pueden ser extraños o imprevisibles”.

La psique está tomando “medidas” y analizando las novedades del embarazo y el cambio que supondrá para tu vida. Pero el futuro todavía es confuso. ¿Seguro que quiero tener un hijo? Y toda la ansiedad que esta duda desencadena puede provocar pesadillas o sueños muy agitados. Esto es comprensible porque, efectivamente, no se puede volver atrás. ¡Ya está hecho!

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Así puedes comprenderlos mejor

Si quieres decodificar los mensajes de los sueños, recuerda que no tienes nada de eso. Existe un sistema muy simple para entender si tienes superado los temas psicológicos relacionados con una etapa etapa del embarazo. Cuando la actividad onírica es angustiosa, te asusta o te hace sentir confusa, significa que el trabajo está en marcha y que estás buscando una solución aceptable para tus conflictos internos y tus miedos. Ármate de paciencia y no te preocupes; poco a poco, los sueños serán más tranquilos En cambio, si tus sueños son alegres, absurdos y divertidos, y tus emociones al despertar son más bien positivas, significa que tienes superado el obstáculo. Por lo tanto, ya estás preparado para ocuparte del siguiente problema. Prepárate para afrontar otro sueño desconcertante.

SEGUNDO TRIMESTRE

En contacto con el bebé

Las preocupaciones de los primeros meses han pasado, la panza comienza a ser visible y tus sueños, en este período, tienen qué ver, sobre todo, con el niño “imaginario”, el hijo que te imaginabas y que te hacía desear ser mayor y fuerte como tu mamá. Aunque no lo puedes ver, sientes curiosidad por saber si en tu pancita está el niño o la niña que deseas, y si tú eres capaz, como tu madre, de traer al mundo a un niño perfecto y completo. Si, por un lado, ahora empieza la relación de alegría y miedo con la criatura que vive en tu panza, por otro lado, no dejas de compararte con tu madre.

Los sueños del segundo trimestre se llenan de invenciones fantásticas, de ciencia ficción, de absurdos y de criaturas mágicas, porque es el momento en el que tu creatividad está en su máximo esplendor, que tu organismo está trabajando activamente en el desarrollo del bebé. A través de la plenitud y la belleza de tu cuerpo, te sientes poderosa y mágica. Sin embargo, dentro de ti, se abre paso una pregunta importante: ¿cómo dividiré el amor entre mi hijo y mi pareja? ¿Podré ser madre y mujer al mismo tiempo? Así que, en tus sueños, se presente escenas con tres sujetos, donde siempre hay alguien o algo que queda excluido; o bien se dan situaciones en las que se debe elegir a toda prisa, porque se trata de una gran responsabilidad.

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Desde el punto de vista psicológico, esta es la fase en la que las cuentas de pronto pueden tener una familia y por lo tanto, salen a la luz los temas relacionados con su familia de origen, la necesidad de atención y los celos que puedes haber experimentado por un posible hermanito, y que casi nunca fue encontrado con satisfacción. Por eso, la reacción más habitual es concentrarse mucho en una misma, desear más atención de lo normal, querer ser mimada y cuidada por las personas, queridos y esperas, recibir el que faltó de niña. Estas necesidades no carecen de lógica, puesto que la futura mamá también necesitan recibir alimento y apoyo.

TERCER TRIMESTRE

¡Se acerca la hora esperada!

A partir de los siete meses, cuando la panza ya es muy visible y tú eres eres oficialmente, una mamá futura, el miedo al parto se convierte en el tema principal de tus aventuras oníricas. Es el momento de los sueños más claros, pero las cosas nunca suceden como te esperas: el bebé quiere antes de lo previsto, o bien no consigues verlo. También puedes atravesar un viaje lleno de dificultades, que te encuentras en lugares desconocidos y extraños, y sin pecado, incluso arrastrándote o escalando. Después, te despiertas con agitación y preocupación.

Efectivamente, los últimos meses del embarazo se caracterizan por un período de notable actividad física y mental, aunque los movimientos son más lentos. Preparas la maleta y la habitación del bebé, organizas tu vida y después del parto, mentalmente empiezas a desear que el embarazo termine. Y el inconsciente te echa una mano, reflejando inmediatamente tu deseo de llegar a la meta. De todos modos, la angustia que se respira en los sueños está justificada, porque preguntas como: “¿Sobreviviré al parto?”, “¿Sufriré mucho?”.

Para la mujer, el acto representa un paso psicológico fundamental, del estatus de hija a madre, de manera que resulta natural evocar el mayor y más misterioso cambio de la vida: la muerte. Por eso, no te preocupes si, de vez en cuando, te invade una inexplicable tristeza o un miedo injustificado, o si tus sueños expresa estas emociones. Tu parte más instintiva se está preparando, sabiamente, para la gran empresa que se trata de traer al mundo otro ser humano. ¡Seguro que necesitas entrenarte un poco! 

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¿EL PADRE ESTÁ LISTO PARA EL PARTO?

Ahora, es usual que se espere a que el padre asista al nacimiento de su bebé, pero no todos tienen por qué contar con la capacidad para estar presente. ¿Qué hacer en estos casos?

El papá es la figura más adecuada para acompañar a la mujer en el momento del parto y hacer el intermedio entre ella y el personal médico. La sala de partos ofrece seguridad médica, pero es un ambiente desconocido, en la que la mujer, algunas veces, tiene que interactuar con otras personas que nunca antes se vieron, lo que puede generar estrés y hacer la dilatación se muestra. En cambio, cuando su compañero está presente, el estrés disminuye de forma considerable, porque la pareja representa una figura protectora en la que confiar.

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Viviendo una nueva experiencia

Hoy en día, la presencia del hombre en la sala de partos casi siempre se da por sentada. Sin embargo, hasta hace algún tiempo, esto no era así, pues las primeras salas de partos en abrir sus puertas al papá no aparecieron hasta los años setenta. Ahora, en todos los hospitales, las parejas tienen la posibilidad de vivir juntos el momento del nacimiento del bebé. De hecho, para el hombre, se trata de una novedad. Vivimos en una época en la que, por primera vez, el hombre participa en el parto, con todo lo que esto comporta. El hombre se presenta en un contexto que no le pertenece, desde el punto de vista antropológico y biológico, que no siempre es tan fácil de usar para vivir la experiencia del nacimiento de su hijo: observar a su compañera sin poder hacer nada para resolver su problema.

¿Entrar o no entrar en la sala de partos?

Para algunos hombres, se trata de una oportunidad, una experiencia positiva. Además del deseo de apoyar a la mujer en un momento tan importante y delicado, están las ganas de presenciar el nacimiento de su hijo, compartiendo cada instante desde el principio. Por otro lado, no faltan los papás que prefieren no presenciar el feliz acontecimiento, porque se impresionan con facilidad y se sienten mal ante la visión de la sangre.

Un curso para aprender

Para saber cómo comportarse y qué es preferible hacer, por uno mismo y por la pareja, los cursos de educación materna, dirigidos por expertos, el hijo de gran ayuda, el puesto que permite conocer más un detalle que sucederá durante la dilatación y el nacimiento. Los papás suelen ser grandes colaboradores para los profesionales, que lo ayudan físicamente a su compañera a aliviar en los momentos más dolorosos y difíciles de la dilatación. Sin embargo, algunas veces, su presencia puede representar un obstáculo. Por ejemplo, cuando la sensación de protección de la futura mamá no está apoyada por la comprensión de lo que está sucediendo. Así, se puede dar el caso de que el papá se convierta en una “molestia”, porque quiere una solución inmediata de lo que está pasando, al igual que su mujer sintiendo dolor y querer que todo se solucione al momento.

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Un papel fundamental

Los cursos de acompañamiento al nacimiento para futuros papás constan de partes teóricas y prácticas. Con respecto a la figura del papá, el objetivo de estos cursos es concientizarlos sobre el acontecimiento que les espera, así como la realidad a la que se enfrenta en el momento del parto. En las clases, el experto explica al hombre que puede tener un papel específico antes, durante y después del parto, con el fin de que se sienta un elemento importante, como de hecho.

Esto también tiene lugar en la sala de los partos: los médicos y las enfermeras implican al hombre tanto física como psicológicamente en todo lo que sucede, de una manera que puede ser un valor añadido y una ayuda. Uno de los aspectos que los futuros papás tiene que tener en cuenta durante el parto, el papá puede sentir impotencia. Hay que hacer que se sienta que se trate de una situación natural, que la simple presencia y el apoyo sean muy importantes. Antes de tomar una decisión, lo mejor es informarse, hablar con la pareja acerca de los deseos y las dudas que se pueden presentar, después, tomar una decisión juntos, tener en cuenta la presencia o la ausencia en la sala de partos no es determinante para la relación con el bebé.

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